Siguiendo en nuestra línea de conocer más sobre el Madrid de la Edad Media, hoy traemos a un personaje muy interesante: el Marco Polo madrileño.
Ruy González de Clavijo (muerto el 2 de abril de 1412) fue un embajador del rey castellano Enrique III, quien le encomendó la tarea de establecer una embajada ante la corte de Tamerlán con la intención de crear una alianza para guerrear contra los turcos.
Tamerlán era el hombre más poderoso del mundo a finales del siglo XIV y su imperio se extendía por gran parte de Asia Central.
González de Clavijo partió del Puerto de Santa María (Cádiz) el 22 de mayo de 1403 en compañía de un fraile y un escudero, y pasó por Rodas (Mar Egeo), Constantinopla y Trebisonda, desde donde siguió su viaje a través de los actuales Turquía, Irak e Irán, para terminar penetrando en lo que hoy conocemos como Uzbekistán cuya capital, Samarcanda, albergaba la corte de Tamerlán.
Ruta seguida por Ruy González de Clavijo
A su vuelta, sirvió al rey y murió en Madrid, siendo enterrado en la antigua iglesia de San Francisco el Grande. La casa de González de Clavijo en Madrid se encontraba al lado de la plaza de la paja, pero más tardé pasó a formar parte de las propiedades de la familia Vargas y actualmente todavía lleva el nombre de estos últimos.
Si queréis ver dónde vivía nuestro viajero medieval, fijaos en la placa de la recién restaurada casa que se alza en el solar de la antigua casa de Clavijo. SI tuvieran que hacer un programa de Madrileños por el mundo, necesitarían varios capítulos para narrar sus aventuras.
Placa casa de Ruy González de Clavijo
En concreto está en la Costanilla de San Andrés número 6, justo al lado de los deliciosos jardines de Anglona, en la parte baja de la Plaza de la Paja.